“VIVIR EL DUELO” Fase 1
(COMO SEGUIR VIVIENDO CUANDO
UN SER QUERIDO HA MUERTO)
¿Qué nos enseña el duelo?
Ya ha pasado unos días, unas semanas, unos meses o unos años desde la muerte de tu ser querido, pero su ausencia te sigue doliendo. Te habían dicho que el tiempo lo cura todo, sin embargo, parece que en tu caso no funciona.
Es posible que estés viviendo momentos duros y emociones intensas y todavía te sientas muy vulnerable, perdido, vacío.
Sé amable contigo mismo, respétate y acepta tu propia velocidad. El dolor, al igual que el amor, tiene sus tiempos, sus ritmos y sus períodos de subir y de bajar.
¿No comprendes porque sufres?
Sufres ahora porque antes has gozado de esa relación, de unas risas, de unos abrazos, de mucho cariño, así es la vida. Y muchas veces el dolor por la pérdida de un ser querido se convierte en una experiencia dolorosa que nos mueve hasta lo más profundo, como ninguna otra cosa lo había hecho antes.
Con el paso del tiempo te vas dando cuenta de la cantidad de cosas que hacías con tu ser querido o que éste hacía, que tienes que asumir y aprender a realizar sin él o sin ella. Recuerda que necesitarás tiempo para poder vivir sin esa persona querida.
Nunca se olvida a las personas queridas, ni se pierden los recuerdos. Pero éstos no debieran entorpecer el que continúes creando otros vínculos. No hay nada malo en ello. Cada uno de nosotros somos y nos desarrollamos por medio de las relaciones que establecemos con otras personas y que constituyen la trama del vivir.
Este abrirnos y entregarnos al otro también trae vulnerabilidad, e incluso, la capacidad y hasta la disposición a ser heridos, pero esto es precisamente lo que nos hace estar y sentirnos vivos. Recuerda que tendrás que aprender a centrarte en otras relaciones que tienes o que la vida te presentará.
Aunque quizás todavía te parezca imposible, llegará el día en que conseguirás encontrar un nuevo sentido a tu vida. Disfrutarás de los recuerdos sin que éstos te traigan dolor, resentimiento o culpabilidad. Aceptarás sentirte triste de vez en cuando y podrás hablar de esas emociones con libertad.
Serás capaz de perdonar y disculpar a quienes no han sabido estar contigo mientras te sentías tan afectado emocionalmente. También te perdonarás a ti mismo y sin apenas darte cuenta, te irás sumergiendo de nuevo en el fluir de la vida, volviendo a implicarte emocionalmente en la vida y con los vivos.
Ten confianza en ti y en la vida. El alma, el espíritu, por su propia dinámica interna se cura a sí mismo. Para ello tienes que enfrentarte al dolor en vez de negarlo.
No dudes en consultar a un profesional si sientes que la situación que vives te supera o que pasado el tiempo no encuentras alivio, ni paz.
“Sólo las personas que son capaces de amar intensamente pueden sufrir también un dolor intenso, pero esta misma necesidad de amar sirve para contrarrestar su dolor y llegar a curarles”
Tolstoi
Y piensa que “no es más fuerte el que no necesita ayuda, sino el que tiene el valor de pedirla cuando la necesita”.
Déjame decirte que superar este período de duelo no es olvidar, es:
• Recordar sin dolor
• Sentir que lo vivido con él o ella fue un gran regalo de la vida.
• Encontrar un lugar en tu corazón para el ser querido que ya no está.
• Sentir que el amor no acaba con la muerte, solo acaba con el olvido, y eso no sucederá nunca, siempre te acompañará en tu corazón, su alma siempre te acompañará.
Todo tiene su momento y cada cosa tiene su tiempo bajo el sol:
- Hoy es tiempo de nacer y es tiempo de morir,
- Hoy es tiempo de llorar y es tiempo de reír,
- Hoy es tiempo de parar y es tiempo de bailar,
- Hoy es tiempo de abrazarse y es tiempo de separarse,
- Hoy es tiempo de guardar y es tiempo de tirar,
- Hoy es tiempo de rasgar y es tiempo de coser,
- Hoy es tiempo de callar y es tiempo de hablar.
- Hoy es tiempo de amar y es tiempo de alejarte en paz
- Hoy es tiempo de vivir y hoy es tiempo de morir
Ritual ancestral de sanar el duelo ( DEP )
- Ir al cementerio o donde se tiraron las cenizas y tener una charla con su energía sin tiempo, puedes ir solo/sola o con otras personas.
- Conectar con su energía y preguntarle, siempre por separado: ¿Si tuvieras que darme uno o más consejos que me dirías?
- Sin prisas, dedicar tiempo a sentir sus respuestas.
- Después, si sois varias personas, compartir las respuestas.
- Al terminar, ir a un lugar donde haya agua: El mar, el océano, un rio, un estanque, un lago…, y mojaros las manos y la cara, mientras le dais las gracias, diciendo su nombre.
- Ir a comer, o cenar o un aperitivo, y pedir un vaso con agua, y lo colocáis enfrente de una silla vacía.
- Le dais las gracias por los momentos vividos, por su luz, y al terminar, cada persona, da un sorbo de esa agua, con las palabras que dice antes de beber: Que tu alma descanse en paz.
- Se termina toda el agua.
- Un abrazo de todas las personas que han compartido el agua.
- El agua compartida es energéticamente la vida compartida.
- En silencio se siente que estás junto a esa persona y que ahora su alma descansa en paz. Volverá si tu la necesitas, y mientras te acompañará en cada respiración que haces. Una persona muere solo si se olvida
- A te rima o te Atua
Un abrazo lleno de luz.