BIOCONSCIENCIA

LOS HIJOS, LAS HIJAS, VIENEN A SANAR A LOS PADRES, A LAS MADRES

“Toda persona que ha nacido en este planeta azul, ha sido, en algún momento de la evolución, de nuestra familia, han sido nuestros antepasados, nuestros ancestros, y eso significa, que  todos los seres humanos tenemos genes compartidos, da igual donde has nacido. Eso implica como certeza básica, que existe un solo transgeneracional”

Cuando yo sano, estoy sanado a la humanidad entera y a todo lo realizado por cada habitante de este planeta desde el principio de los tiempos. Cuando un niño o una niña sana, esta sanado a su padre, a su madre y a sus antepasados

          Si lo que queremos es ser más concretos, y solo sanar a nuestros antepasados cercanos, y a nuestro transgeneracional cercano, hay un problema, ¿De dónde nacen nuestros primeros antepasados?¿De dónde vinieron? ¿Nacieron de la nada?

            Cuando se habla de árbol genealógico, le preguntamos: ¿Dónde comienza tu árbol? ¿De dónde nacen tus raíces?¿Tus raíces están unidas a otras raíces o son exclusivas?

            En Bioconsciencia afirmamos que ese árbol es integral, todos venimos de un mismo árbol. Todos somos ecos de nuestro pasado, de nuestros ancestros, de la Fuente Sagrada, y cuando lo comprendemos podemos hallar la plenitud y sanar.

            No hace falta comprender el pasado, hay que aceptarlo con gratitud vital, con amor, y en ese momento se produce el transformación. No necesito saber si hemos sido príncipes o mendigos, si hemos sido un eunuco o un panadero, si hemos sido un asesino o una guerrera, aquí y ahora puedo ayudar a sanar mis ancestros, y podemos ayudar a sanar al mundo. No es necesario codificar nada, solo agradecer, vivir en la gratitud vital, en el amor, y se producirá la reconexión con el Universo

           Aún así hay muchas personas que quieren saber cómo ha sido la vida de sus antepasados cercanos. En Bioconsciencia estamos seguros que en algún momento de la historia nuestros antepasados cercanos habrán cometido delitos, matado, robado, actuado de forma agresiva, y de igual modo, habrán ayudado a otros, habrán amado, vivido en la bondad y en la armonía.  Para saber de sus miserias, de sus miedos, de sus traumas, y de sus riquezas, sus fortalezas, es importante conocer que nosotros podemos sanar el tubo energético hasta el principio de los tiempos.

          En Bioconsciencia afirmamos, que los hijos, las hijas vienen a sanar a los padres, a las madres, nunca los padres y las madres a los hijos, a las hijas. Y nosotros como seres conscientes e íntegros tenemos la responsabilidad de sanar al mundo.

           Pero, si nos obsesionamos que nuestros problemas vienen del pasado, de nuestros ancestros, seguiremos creando y atrayendo más sufrimiento a nuestra vida. Cuando nos obsesionamos que nuestro sufrimiento viene de nuestras generaciones anteriores, padres, madres, abuelos, abuelas, bisabuelos, bisabuelas…, ese dolor nos domina, y el pasado cercano se convierte en nuestro dueño, y lo seguimos repitiendo, enfermando.

           Cuando vivimos en el ahora, cuando conectamos con este momento presente con amor, con energía positiva y con gratitud vital, sanamos aquí y ahora todo lo sucedido por toda la humanidad.

             Es imprescindible hacer una limpieza en nuestra zona generacional. Una sanación a nivel de antepasados desde el principio de los tiempos y no quedarnos solo en nuestros padres, madres, abuelos, abuelas… A nivel genético, somos el resultado de la unión de miles de pares genéticos (espermatozoides y óvulos) de padres, madres, abuelos, abuelas, bisabuelos, tatarabuelas… Nuestro ADN, es extremadamente similar al ADN de nuestros antepasados. No solo en la parte física, sino en las tres partes restantes: mental, emocional y espiritual

            Da igual el pasado, da igual lo que han cometido y hemos cometido en esta vida o en otras, la clave es comenzar aquí y ahora la limpieza o sanación. Es imprescindible limpiar y sanar lo que nosotros hemos cometido desde que fuimos fecundados (memoria celular subconsciente), pasando por nuestra infancia y adolescencia (memoria celular inconsciente), hasta nuestra juventud y vida de adulto( memoria celular consciente)

         Es imprescindible aceptar que podemos ayudar a sanar nuestro transgeneracional y el transgeneracional del planeta tierra. Cuando un ser humano sana en este presente, está ayudando a sanar lo que han realizado todos los seres humanos desde el principio de los tiempos.

Esa es nuestra responsabilidad para elevar nuestro nivel de consciencia y mejorar la calidad de vida de las personas a nivel mental, físico, emocional y espiritual. Al hacerlo, sanamos al mundo.