SANAR EL TRANSGENERACIONAL
En el principio de los tiempos todos éramos SERES HERMANOS, hasta qué en algún momento de la historia, alguien cambio la U, por la ER, y nos denominaron como SERES HUMANOS.
Bioconsciencia.
Si todos somos hermanos y todos somos uno, creados de una única energía, eso implica que en el transgeneracional sucede de la misma forma:
“Toda persona que ha nacido en este planeta azul, ha sido, en algún momento de la evolución, de nuestra familia, han sido nuestros antepasados, nuestros ancestros, y eso significa, que todos los seres humanos tenemos genes compartidos, da igual donde has nacido. Eso implica como certeza básica que existe un solo transgeneracional”
Cuando yo sano, estoy sanado a la humanidad entera y a todo lo realizado por cada habitante de este planeta desde el principio de los tiempos.
En Bioconsciencia afirmamos que ese árbol es integral, todos venimos de un mismo árbol. Todos somos ecos de nuestro pasado, de nuestros ancestros, de la Fuente Sagrada, y cuando lo comprendemos podemos hallar la plenitud y sanar.
No hace falta comprender el pasado, hay que aceptarlo con gratitud vital, con amor, y en ese momento se produce la transformación. No necesito saber si hemos sido príncipes o mendigos, si hemos sido un eunuco o un panadero, si hemos sido un asesino o una guerrera, aquí y ahora puedo
ayudar a sanar mis ancestros, y podemos ayudar a sanar al mundo.
No es necesario recodificar nada, solo agradecer, vivir en la gratitud vital, vivir en el amor, y se producirá la reconexión con el Universo.
Los hijos y las hijas vienen a sanar a las madres y a los padres, y a todo su canal de antepasados, la sanación de su transgeneracional.
En Bioconsciencia exploramos la sanación del transgeneracional y de la sanación energética de una familia.
Si no has sanado tu ser, es el momento de comenzar a practicar con tu corazón.
En Bioconsciencia afirmamos que los hijos vienen a sanar a los padres, no los padres a los hijos. Y nosotros como seres conscientes e íntegros tenemos la responsabilidad de sanar al mundo.
Pero, si nos obsesionamos que nuestros problemas vienen del pasado, de nuestros ancestros, seguiremos creando y atrayendo más sufrimiento a nuestra vida. Cuando nos obsesionamos que nuestro sufrimiento viene de nuestras generaciones anteriores: padres, abuelos, bisabuelos; ese dolor nos domina, y el pasado cercano se convierte en nuestro propietario, y lo seguimos repitiendo, enfermando.
Cuando vivimos en el ahora, en este momento presente, con amor, con energía positiva y con gratitud vital; sanamos aquí y ahora todo lo sucedido por toda la humanidad.
Es imprescindible hacer una limpieza en nuestra zona generacional. Una sanación a nivel de antepasados desde el principio de los tiempos y no quedarnos solo en nuestros padres, abuelos, bisabuelos… A nivel genético, somos el resultado de la unión de miles de pares genéticos (espermatozoides y óvulos): padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos… Nuestro ADN es extremadamente similar al ADN de nuestros antepasados. No sólo en la parte física, sino en las tres partes restantes: mental, emocional y espiritual.
Da igual el pasado, lo que han cometido y hemos cometido en esta vida o en otras, la clave es comenzar la limpieza o sanación. Es básico limpiar y sanar lo que nosotros hemos cometido desde que fuimos fecundados (memoria celular subconsciente), pasando por nuestra infancia y adolescencia (memoria celular inconsciente), hasta nuestra juventud y vida de adulto (memoria celular consciente).
Es imprescindible aceptar que podemos ayudar a sanar el transgeneracional del planeta tierra. Cuando un ser humano sana en este presente, está ayudando a sanar lo que han realizado todos los seres humanos desde el principio de los tiempos.
Esa es nuestra responsabilidad para elevar nuestro nivel de consciencia y mejorar la calidad de vida de las personas a nivel mental, físico, emocional y espiritual.
Práctica nº 1 del Transgeneracional: Historia genética
(Antepasados)
Este es un tema que puede ser controvertido según las creencias de cada uno. Si es así para ti llévalo a algo simbólico y que está dentro de tus propias creencias emocionales que debes superar (hablamos de lo que genéticamente ya está en ti desde los genes de tus antepasados y debes superar) para que pase a ser eficaz, creas o no en la vida más allá de la vida.
- Cerrar los ojos, respirar profundamente varias veces, inhalando todo el aire que podamos, sin forzar, y exhalando el doble de tiempo que al inhalar.
- Visualizamos que estamos en un lugar querido: playa, casa, montaña, desierto; y que estamos acompañados de siluetas, personas sin rostro que nos cuidan y nos protegen.
- Sentimos su amor, su energía, y sanamos las historias disarmónicas del pasado. Nos llenamos de amor, lo sentimos en todo nuestro cuerpo,
- Comenzamos a pedir perdón – perdonar no es aceptar, recuerda – por nuestros antepasados:
a. “Pido perdón por todo lo pensado, hablado y hecho por mis antepasados. Solicito el perdón por sus actitudes a todas las personas que a su vez dañaron, a quienes le provocaron sufrimiento. b. Perdono a quien daño a mis antepasados y a sus familiares, ellos desde ahora ya no llevan ninguna carga, no tienen ningún peso, ahora están limpios, en paz. c. Doy las gracias por mis antepasados y por mí a todos los que nos hayan perdonado y se permiten vivir en paz. Mis antepasados regresan a su hogar sin cargas, sin dolor, porque han pedido el perdón por lo cometido, y ahora viajan en paz”.
- No existe el tiempo, lo que cada persona sienta al respecto. Sólo debe
quedar amor y alejar todo lo no armónico que se sienta hasta quedar
limpio (repetirlo si es preciso). - Se termina la visualización como se empezó, con varias respiraciones
profundas y con un agradecimiento por lo quitado y por el amor
recibido.
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